Luego de haber estado en Cartagena de Indias, decidimos pasar unos dias de relajo en un archipielago llamado Islas del Rosario, uno de los lugares mas preciosos que hemos visto.
Nuestra idea inicial era ir a Decameron Barú, pero este Resort es tan demandado que no alcanzamos reserva ya que planeamos el viaje de un dia para otro, como todo, y la disponibilidad era approx. es en un mes mas. Pero esto no iba a ser un impedimento para conocer las Islas.
Siguiendo las recomendaciones de nuestra nueva amiga Luz, que habiamos conocido el dia anterior en Club Havana, partimos a las 7.30 de la mañana del hotel y estabamos cerca de las 8.00 am en el muelle de donde salen todos barcos rumbo a las Islas. Entre la gran oferta que existía en ese lugar, finalmente nos decidimos por el Resort Cocoliso: un lindo lugar con todas las comodidades que buscabamos.
Afortunadamente nos fuimos a la isla en una lancha rápida asi que estuvimos muy temprano en destino (cerca de las 10.30), "Nuestra isla de la fantasía" como le bautizamos con Beatriz. Durante el viaje tienes una buena vista de la ciudad, el puerto, y otras islas que se ven antes de llegar.
Llegar a ese lugar fue genial, estábamos felices de poder disfrutar juntos de aquellos lindos paisajes, muchas palmeras, hamacas, mar turquesa y arenas blancas... Un paraíso para disfrutar en pareja!
Al llegar recorrimos el lugar y vimos que contaba con playas privadas, piletas, muchas hamacas, cancha de volley, manglares, y una gran piscina con un bar hundido en ella(lo que mas me gustó). Además, nos enteramos que que había un lugar cerca llamado "playa bonita" al que iríamos al otro dia. Luego de almorzar quisimos probar la hamaca junto al mar y nos dormidos por casi tres horas! luego a la piscina ya disfrutar del que hicimos "nuestro" trago: Caipiroska ...increíble!
Al dia siguiente fuimos a "Playa bonita" y con razón la bautizaron asi. Alli conocimos a José y su madre Rosa, unos argentinos que viajaban por Colombia. José nos invitó a un viaje que estaba ortganizando para el proximo dia, al que sin pensar mucho accedimos.
El viaje con José y Rosa partió cerca de la 1.00 pm. José Organizó la ruta, él ya había investigado bastante acerca de los mejores lugares que podíamos visitar. Arrendamos una lancha a Martín, un lugareño que fue nuestro guía. El primer destino fué una barrera de corales donde hicimos snorkel durante poco mas de una hora. Definitivamente ese lugar es increíble, ver la gran diversidad de especies que allí conviven con tus propios ojos es algo que no podré olvidar. Luego nos fuimos a la isla llamada: {NoRecuerdo}. Es una isla muy pequeña (unos de 10.000 m2) donde estuvimos sólo nosotros, habían restos de un hotel que funcionaba allí hace años atrás.
Luego de esto, y entre unos manglares, llegamos a Barú, un pueblo no intervenido turisticamente y donde vive gente muy pobre. Recorrimos el lugar por unos 50 min con nuestro guía Martín, quien vivía allí. De Barú nos fuimos a otro lugar (Otra isla) llamado {NoRecuerdo}, una playa dificil de acceder con unas mesas sumergidas en el mar, donde disfrutamos de una increíble puesta de sol. Y como se puso el sol, nos fuimos de vuelta a "nuestra isla" de la fantasía, donde seguimos disfrutando de la piscina y su "hundido" bar, repleto de caipiroskas. Allí fué donde conocimos a Yasuji y su linda familia, con quienes fuimos a la "Playa bonita" al próximo día, el último.
Definitivamente, este fué uno de los viajes que más he disfrutado, ya que estábamos inmersos en paisajes increíblemente paradisíacos, desconectados del mundo exterior a la isla gozamos de un merecido descanso, solos, mi novia y yo, caminando descalzos sobre la arena blanca y aguas turquesas.
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