Venecia, Italia

Viajamos a Venecia desde París en un tren, salimos en la tarde y al otro día temprano ya estábamos en Venecia.

Al llegar fue fácil encontrar alojamiento ya que en la Misma estación de trenes había una oficina de turismo que nos ayudó a encontrar algo de a cuerdo a nuestras necesidades.

Dejamos nuestras cosas en el hotel y salimos a nuestra primera aventura, el paseo por el Vaporetto, el transporte público de Venecia. Es novedoso ver que las estaciones están señalizadas al igual que en el metro de cualquier gran ciudad, pero en este caso es sobre un canal. Compramos un pase por 24 horas y fuimos desde la estación de la estación central hasta la estación de la piazza San Marco. La vista que tienes durante el recorrido es impresionante, muchas casas antiguas cuyas puertas dan directamente al agua y te hacen preguntarte... tienen alguna otra entrada? Todas esas familias tendran un bote en vez de un auto... jajaja! novedoso! 

Llegamos a la estación y lo primero que vimos fue la Basílica de San Marcos, esta bella obra de arte llena de detalles en su construcción, que partió en el sigo VIII. Las callecitas son angostas y los edificios muy antiguos parecen ser muy altos. Por supuesto aquí también comimos mucha pizza y pasta!

En frente de la basílica, estaban las góndolas y por supuesto no podíamos irnos de Venecia sin dar un paseo en una de ellas. Los gondoleros (Conductores de la góndola) son personas muy amables y van todo el tiempo dando detalles de los principales lugares por los cuales vamos pasando. No sé si son todos, pero nuestro gondolero era muy agradable y contaba parte de historia de una forma muy divertida. Algo novedoso es que, como no existen semáforos ni control de tráfico, antes de cada "esquina" los gondoleros gritaban muy alto . (que chistoso!), para advertir a otros gondoleros y evitar accidentes... Sin duda fue un paseo muy romántico y emocionante!